El
lienzo para acrílicos se compone de pigmentos, que son los que le dan el color, y un medio que los aglutina: la resina acrílica. Esta resina es la que le da consistencia a la pintura, se seca rápidamente y se diluye con agua, por lo que transmite ambas características a la pintura ya manufacturada. Dentro de las características:
- Rapidez en el secado, ya que seca por evaporación.
- Solubilidad en agua, que evita los olores desagradables de los diluyentes al solvente.
- Gran estabilidad, que mantiene los colores inalterables después del secado con una gran resistencia a la luz.
- La plasticidad, porque se puede pintar con la pintura densa o bien diluirla en medios adecuados y trabajarla como si se tratase de acuarelas.
- Alta adherencia por lo que puede ser aplicada directamente sobre cualquier superficie porosa, inclusive telgopor.