Para la
mezcla de pintura, los colores básicos son el rojo, el azul y el amarillo, además del blanco y el negro. A partir de las combinaciones entre ellos, se pueden obtener todos los demás. El siguiente cuadro detalla de un modo orientativo las proporciones que se deben respetar para obtener colores como resultado de la mezcla de esos tonos básicos.
- Verde: 1 parte de azul y 1 de amarillo
- Naranja: 1 de rojo y 2 de amarillo
- Rosa: 3 de blanco y 1 de rojo
- Violeta: 5 de azul y 2 de rojo
- Azul claro: 1 de blanco y 1 de azul
- Turquesa: 5 de azul, 1 de amarillo y 1 de blanco
- Marrón: 2 de azul, 2 de amarillo y 1 de rojo
- Ocre: 4 de amarillo, 1 de negro y pizcas de rojo y azul
- Marfil: 1 de blanco, 1 de negro, 4 de amarillo y una pizca de rojo
- Carne: 10 de blanco, 4 de amarillo, 2 de rojo, 1 de negro y una pizca de azul
- Gris: 2 de blanco y 1 de negro
La intensidad de cada color varía en función de la proporción utilizada. El gris se detalla como dos partes de blanco y una de negro, pero por supuesto que, si se emplean tres partes de blanco y una de negro, el resultado también será gris, solo que más claro. Sucede lo mismo si se usa más o menos blanco en combinación con el rojo para el rosado, más o menos azul para el violeta (que variará hacia el morado cuanto más azul tenga y hacia el púrpura cuanto menos), etc. Como se ha destacado, estos datos son orientativos y muy genéricos. Sobre estas proporciones se pueden implementar infinidad de variantes y obtener infinidad de resultados.